La historia de Carmen, fisioterapeuta en Berikon

Toda persona que decide trabajar en Suiza como fisioterapeuta comienza una aventura especial. Cada año, decenas de profesionales sanitarios dan este paso a través de PhysioMatch, en busca de mayor satisfacción laboral, un entorno natural impresionante y crecimiento personal. Esta semana hablamos con Carmen, que vive y trabaja en Suiza desde hace cuatro meses. Nos cuenta con total sinceridad cuáles fueron sus mayores dudas, sus experiencias más bonitas y cómo es ahora su vida diaria.

De los Países Bajos a las montañas suizas:

¿Quién eres?

Me llamo Carmen, tengo 32 años y soy originaria de Brabante. Los Países Bajos me parecían demasiado planos, así que decidí viajar. Pasé unos tres años y medio recorriendo distintos países, entre ellos trabajando como asistente de fisioterapia en Nueva Zelanda, con regresos puntuales a los Países Bajos. Hace poco me establecí en Suiza, donde trabajo en Berikon. Cada día laborable camino unos cuarenta minutos cuesta arriba hasta mi trabajo, con vistas a los Alpes.

Aventura en Suiza

¿Qué te decidió a dar el paso?
La naturaleza y el paisaje. Desde pequeña pasé muchos veranos en Suiza. Además, los fisioterapeutas neerlandeses son muy demandados aquí, sobre todo en comparación con países como Inglaterra, donde es más difícil encontrar trabajo.

¿Fue difícil dejar atrás tu vida anterior?
No realmente, tenía muchas ganas de algo nuevo. Se sintió liberador descubrir un lugar completamente distinto.

¿Qué es lo más bonito e inesperado de tu vida allí?
Mi casa en Bremgarten es realmente fantástica. Está cerca del centro histórico, del río Reuss y de un bosque con un circuito Vita, y además tengo vistas a los Alpes. Puedo recibir visitas fácilmente y mi trabajo está a poca distancia a pie. Se siente como un gran lujo.

Un circuito Vita es un recorrido deportivo con obstáculos a lo largo de una ruta de carrera de unos cinco kilómetros.