La historia de Bram y Laura como fisioterapeutas en Lucerna
Vivir al pie de las montañas Encont Sobre Bram y Laura 25 años Fisioterapeuta en Lucerna desde 2024 De Oosterhout, Países Bajos Le encanta hacer senderismo y esquiar Todos los que deciden trabajar como fisioterapeuta en Suiza comienzan una aventura única. Cada año, gracias a PhysioMatch, decenas de profesionales de la salud dan ese paso …
Vivir al pie de las montañas
Encont
Sobre Bram y Laura
25 años
Fisioterapeuta en Lucerna desde 2024
De Oosterhout, Países Bajos
Le encanta hacer senderismo y esquiar
Todos los que deciden trabajar como fisioterapeuta en Suiza comienzan una aventura única. Cada año, gracias a PhysioMatch, decenas de profesionales de la salud dan ese paso en busca de mayor satisfacción laboral, un entorno atractivo y crecimiento personal. Esta semana hablamos con Bram y Laura, quienes viven y trabajan en Emmen, en el cantón de Lucerna, desde febrero de 2024. Comparten sus experiencias, desde las primeras dudas hasta la vida cotidiana en Suiza.
De los Países Bajos a los Alpes Suizos:
Bram (25) y Laura (25) se mudaron hace más de un año de los Países Bajos a Suiza. Originalmente son de Oosterhout, cerca de Breda, y ahora viven juntos en Emmen, en el cantón de Lucerna. Ambos trabajan con gran entusiasmo en una gran organización con nada menos que 17 sucursales en Lucerna y sus alrededores.
Bram y Laura trabajan de lunes a jueves con dos turnos vespertinos. Trabajan en la misma ubicación. Laura combina su trabajo en la clínica convencional con dos días a la semana en un centro para personas con discapacidad.
El entorno laboral les resulta muy atractivo. “La clínica tiene todo muy organizado”, dice Laura. “Como hay muchas personas del extranjero trabajando, te sientes bienvenido rápidamente.” Cada año, la empresa organiza un fin de semana de team building. Un viaje anterior fue, por ejemplo, al Maratón de Ámsterdam. Este año está planeado un fin de semana deportivo en Zermatt. Además, cada trimestre hay una reunión social con el equipo.
Bram y Laura trabajan como fisioterapeutas en Lucerna, Suiza: “Nos sentimos totalmente en nuestro lugar.”
Bram se graduó hace un año y medio y Laura trabajó ocho meses en los Países Bajos antes de dar el paso a Suiza. Sobre esta transición dicen: “En los Países Bajos la fisioterapia es más moderna y se espera un poco más de ti. Por eso, el cambio a Suiza no fue tan grande; el ritmo de trabajo aquí es un poco más relajado.”
De sueño a realidad: Bram y Laura sobre su mudanza a Suiza
La idea de mudarse a Suiza no surgió de la nada. Durante sus estudios en Avans, Bram ya pensaba en hacer una asignatura opcional o prácticas en el extranjero. “Pero la escuela realmente no lo fomentaba,” comenta. Sin embargo, la idea de ir al extranjero siempre estuvo presente. A través de LinkedIn, la pareja contactó con PhysioMatch y entonces todo sucedió rápidamente.
“Suiza nos atrajo de inmediato”, dice Laura. “La naturaleza, las montañas, la vida activa al aire libre… simplemente encaja con nosotros.” Consideraron otros destinos lejanos como Australia, pero Suiza resultó ser la combinación perfecta de aventura y accesibilidad. “Ocho horas en coche y estás allí. Es muy diferente a volar 24 horas.” Ahora llenan su tiempo libre con senderismo, camping, esquí, snowboard, ciclismo y escalada, tal como lo habían imaginado.
Un nuevo comienzo en otro país
Las primeras semanas en Suiza fueron un desafío. “Hay mucho que organizar”, dice Laura. “Tienes que ocuparte de seguros, registro, bancos… y todo va un poco más lento que en los Países Bajos.” Su consejo para futuros aventureros: tómense las dos primeras semanas libres para adaptarse y organizar todo. “Eso realmente nos dio espacio para acostumbrarnos.”
Lo que les impresionó de inmediato fue el paisaje. “En invierno, de repente estás rodeado de montañas nevadas; se sentía como un sueño hecho realidad,” dice Bram.
Pequeñas diferencias culturales y sorpresas
Por supuesto, Bram y Laura también se encontraron con sorpresas. “El primer día no pudimos hacer café, porque los enchufes suizos son diferentes a los de los Países Bajos,” ríe Bram. También fue difícil acostumbrarse al ritmo administrativo. “Tuvimos que enviar varias veces documentos para abrir una cuenta bancaria. Mucho todavía se hace en papel.” Afortunadamente, el trabajo en la clínica cada vez es más digital.
También tuvieron que adaptarse a la vida cotidiana. “Los domingos todo está cerrado, excepto la hostelería. Fue difícil para las compras. Pero lo bonito es que la gente sale masivamente al aire libre. Ves familias enteras caminando y disfrutando de la naturaleza. Eso nos encanta.”
Finanzas: “En Suiza, te queda más dinero del que piensas”
Bram y Laura notaron rápidamente la diferencia salarial entre los Países Bajos y Suiza. “En los Países Bajos empezabas con unos €3.000; aquí comienzas fácilmente con 5.500 CHF al mes,” dice Bram. “En Zúrich los salarios suelen ser más altos, ya que la vida allí es más cara.” Aun así, el costo final fue menor de lo esperado. “Hicimos un presupuesto previo, pero resultó más favorable de lo que pensamos.”
El seguro de salud es un poco más caro, y las actividades de ocio o tomar algo en una terraza cuestan más. “Eso se debe a que el personal también está mejor remunerado,” explica Laura. “Pero por otro lado, se pasa mucho tiempo al aire libre: caminar o andar en bicicleta cuesta poco o nada. Y el aparcamiento suele ser gratuito.”
Su consejo: “Si compartes vivienda y cuidas un poco tus compras, puedes ahorrar mucho. Además, disfrutamos plenamente de la vida aquí sin gastar demasiado dinero.”
Bram y Laura se sienten bien en Suiza, tanto en el trabajo como fuera de él. “Estamos felices con el equilibrio entre trabajo, ocio y la naturaleza que nos rodea. Simplemente nos gusta mucho vivir aquí.”
Calidad del sistema de salud
Una diferencia importante es el acceso a la fisioterapia. En los Países Bajos, los pacientes pueden acudir directamente al fisioterapeuta (DTF), pero en Suiza se requiere una referencia médica. “El médico hace el diagnóstico,” explica Bram. “Como fisioterapeuta puedes hacer tu propio examen, pero no es obligatorio.” El contacto con los médicos es menos directo que en los Países Bajos. En Suiza, se hace mucho diagnóstico por imagen.
El contacto con colegas y pacientes también es un poco diferente. Laura trabajó en los Países Bajos en una clínica grande y acogedora y encuentra que el ambiente en Suiza es similar. “El sentido de equipo es igual de fuerte.” Bram trabajaba en los Países Bajos con solo dos colegas, y ahora aprecia el equipo internacional más grande. “Trabajamos con personas de Alemania, Italia y España, entre otros. Como muchos colegas también son nuevos en Suiza, se forman rápidamente relaciones sociales y se hacen actividades juntos fuera del trabajo.”
Con los pacientes, a veces observan expectativas similares a las de los Países Bajos: “Algunos esperan un tratamiento pasivo,” dice Bram. “Pero esa es nuestra oportunidad para guiarlos de manera más activa.”
Vivir y trabajar en Suiza: “Se siente como si estuviéramos de vacaciones todos los fines de semana.”
Oportunidades de crecimiento y desarrollo
Para Bram y Laura, mantenerse actualizados en su profesión es importante, y en Suiza esto es sorprendentemente fácil. “Recientemente hice un curso de dos días sobre la columna cervical,” dice Laura. “De buena calidad, y los créditos se reconocen en los Países Bajos a través del registro profesional.” En septiembre tienen programados tres días de curso sobre problemas de mandíbula.
Los estudios largos, como un máster, son menos comunes en Suiza. “Aquí suelen hacer cursos más cortos o ‘mini-masters’ de medio año,” explica Bram. “En los Países Bajos no se consideran másteres completos, pero aquí suelen ser suficientes.” Otro punto positivo: la clínica contribuye a la formación, generalmente hasta un 80% distribuido en dos años. Para programas más caros, se establece un acuerdo personal. “Definitivamente hay espacio para desarrollarse, y esto se fomenta activamente.”
Equilibrio entre trabajo y vida personal
En los Países Bajos trabajaban a tiempo completo, pero en Suiza eligieron conscientemente una semana laboral del 80%. “Así tenemos tres días libres cada fin de semana, y no es un lujo innecesario,” ríe Laura. “Hay tanto que hacer en la zona que casi no da tiempo.” Se sienten afortunados de tener ambos el mismo día libre y que sea económicamente viable.
Volver a los Países Bajos para una visita toma un poco más de tiempo, pero es factible. “La gente suele tomar el tren nocturno o el avión, y si no, en coche.” A la inversa, también reciben visitas frecuentes desde los Países Bajos, generalmente durante un fin de semana.